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No sé qué parte de mi escribe el post este ni en qué linea, mi yo de ahora, mi yo de hace 6 años, mi yo de hace 8 años, 10, o el conjunto de lo que hoy me ha traído aquí.

Imagino que es el cúmulo de todo ello que me hacen ser quien soy hoy con las experiencias que han ido pasando estos años.

Me separé.

Con tres niñ@s, uno en mi barriga, 2 muy pequeñas una a cada mano.

Hace ya más de 6 años.

Llegué un día a mi casa, después de arrastrar 2 años en los que me di cuenta que ahí no era, dije ya no más, aunque salí de esa casa un poco después.

Todo este camino ha hecho reevaluar constantemente qué es lo que quiero, pero sobre todo, qué es lo que no quiero en mi vida porque hay veces que no tienes claro a dónde vas pero sí a donde no volver.

Luchar con el miedo de qué vas a hacer o a dónde ir con tres niños y como salir adelante, y más cuando llevas un pensamiento sobre lo idílico que debe ser la vida en pareja, pero peor aún cuando te has creado un estereotipo de familia perfecta que viene desde que eres pequeña y ves que has roto con ello.

Más allá de la realidad, te encuentras en una situación en la que ya no eres feliz y en la que todos los días son hirientes, te pisa y arrastra como persona hasta cavarte un hoyo del que piensas salir no sabes todavía como.

Pero siempre, siempre sigues, continuas porque ves la meta donde otros ven un camino imposible.

Donde te encuentras comentarios como, dónde vas a ir con 3 niñ@s, no vas a poder tu sola, qué vas a hacer con los niños, entre otras preguntas que como se puede ver alientan un montón e incluso te instan a quedarte.

Yo no tenía pensando obviamente en rehacer mi vida porque mi mente estaba a otras cosas, en este caso tan básico como la supervivencia, hablo de supervivencia real, que eso da para 3 post más.

Entonces, parece que la gente te quiere emparejar, no sé exactamente para qué, porque se piensan que alguien te va a solucionar el papelón que tienes encima.

Me explico, por un lado te miran y piensan que todas las personas que se quieran acercar a ti van a salir corriendo por tu situación personal.

Cabe destacar que tengo niñ@s, no el ébola.

Y la mirada como con pena por si te vas a quedar el resto de tu vida sola, que oye viendo lo que hay por ahí, yo lo prefiero.

Y cuidado, siempre he dicho que mis hij@s son un filtro y tan tan bueno es ese filtro que conocí a quien hoy es mi marido y con el que he sumado otro niño más al elenco por si éramos pocos.

No tener pareja, también es bien. 

Siempre cuento que uno de los días más felices de mi vida fue cuando cogí a mis hijos y me metí en aquella casa, con ellos, me sentí a salvo, me sentí libre, sentí que respiraba, sentí felicidad, me sentí pletórica, de hecho caí en cuenta de lo vacía que había estado hasta ese momento conmigo misma.

Cuando conoces a alguien entonces los comentarios cambian.

Van desde:

– Ella quieren que la mantengan.

– Ella quiere un padre para esos niñ@s ( como si fueran huérfanos…)

– Ella quiere que otro le cuide y le críe sus hij@s.

Eso como menú principal, luego todo el resto de super comentarios todos constructivos…

Pero la gente no ve lo que hay detrás de querer intentar una relación con alguien en estas circunstancias, siempre se ve la cara B pero nadie habla de la cara A.

Porque querer estar con alguien después de salir de una relación de esa manera es difícil, confiar es muy complicado, lidiar con todo eso más hacer funcionar una relación con 3 niñ@s es nivel leyenda.

Lidiar también con el miedo al abandono cuando te has enamorado de alguien es terrible.

Pero como siempre digo, lo que importa está dentro de tu casa y eso es lo que te va a mantener o no ahí.

Lo bueno es que cuando das el paso, el primero de muchos para salir de una relación en la que ya no continua más, tienes claro que si lo has hecho una vez puedes volverlo a hacer, ya no pierdes más el tiempo porque sabes que si estás ahí es porque quieres estarlo, que esa creencia bloqueante ya no la tienes y lo vives más intensamente, verte tirando hacia delante con los 3 te quita los miedos porque además y una cosa muy importante es que nunca has estado sola.